Tras el desastroso arbitraje de González Fuertes, Real Madrid planea una denuncia

El Real Madrid celebró una victoria convincente contra el Granada con un marcador de 2-0, manteniendo al equipo en la cima de la clasificación de La Liga junto con el Girona. Sin embargo, la actuación arbitral de Pablo González Fuertes generó indignación en el Santiago Bernabéu, eclipsando el triunfo merengue.

La afición del Real Madrid expresó su descontento con el arbitraje de González Fuertes, evidenciado por una sonora pitada al final del partido. La polémica se centró en la no sanción de un claro penalti sobre el jugador Bellingham, quien terminó desquiciado tras recibir duras faltas sin que el árbitro tomara medidas.

Bellingham, frustrado por la falta de protección arbitral, recibió una tarjeta amarilla por protestar. A pesar de las duras entradas sufridas, el árbitro no sancionó al equipo contrario ni advirtió desde la sala VAR sobre la clara infracción, generando más controversia sobre la gestión del encuentro.Martínez Munuera, desde la sala VAR, también fue objeto de críticas por no intervenir en la situación del penalti no sancionado. La falta de comunicación efectiva entre el árbitro principal y el VAR aumentó la molestia de la afición madridista, que considera que se ignoró una situación clara que afectó al desarrollo del juego.

La actuación arbitral deficiente podría resultar en una denuncia por parte del Real Madrid. Las autoridades del club podrían presentar reclamaciones ante las instancias correspondientes, señalando la necesidad de mejorar la aplicación correcta del reglamento, especialmente en situaciones de penaltis evidentes.

Impacto en futuras decisiones arbitrales

La controversia generada por la actuación de González Fuertes podría tener repercusiones en las futuras reuniones entre el club, los colegiados y las autoridades deportivas. La insistencia en la aplicación adecuada de las reglas, especialmente en jugadas cruciales, se convierte en un punto de discusión importante para evitar situaciones similares en el futuro. La indignación en el Bernabéu refleja la importancia de la transparencia y precisión en las decisiones arbitrales para garantizar la equidad en la competición.