Por Diaz Francisco
El partido de mañana no será un Clásico cualquiera. Más allá de todos los condimentos que conlleva un partido entre Real Madrid y Barcelona, el Bernabéu hablará por primera vez luego de que estallara el escándalo arbitral vinculado a los catalanes. Si bien desde lo deportivo ya es un cruce emblemático, que sea por semifinales de la Copa del Rey le agrega mayor presión a ambos equipos.
Sin embargo, no solo el balón tendrá protagonismo en el campo de juego, sino también el polvorín que será el estadio con el ya conocido ‘Caso Negreira’. La Casa Blanca rugirá, y qué mejor escenario que un partido copero ante el Barça. El público madridista, aprovechando la visita de su máximo rival, se pronunciará ante los ojos de todo el mundo por primera vez para opinar al respecto.
Desde hace unas semanas, la Fiscalía de Barcelona está investigando la relación entre José María Enríquez Negreira y el club azulgrana, que pagó presuntamente 1.4 millones de euros a la empresa DASNIL 95 durante los años 2016 y 2018, aunque la realidad es que esta relación comercial con el ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol empezó en el año 2001, según ha contado el propio Josep María Bartomeu.
Desde que salió a la luz el ‘Barçagate’, nadie del club se han querido pronunciar con firmeza, queriendo evitar todo tipo de polémicas que manchen a la institución. Emilio Butrageño sostuvo que “hay que respetar los tiempos de la justicia”. Por su parte, Carlo Ancelotti prefirió centrarse en lo deportivo y solamente se limitó a decir que “en este momento no hay corrupción en el fútbol”, además de alertar que “no es algo bueno que la gente dude de la competición”.
13/12/2024
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