Por Diaz Francisco
Mito del Liverpool y del fútbol inglés, Michael Owen llegó al Real Madrid en el verano de 2004. En la temporada que jugó en nuestro equipo demostró su velocidad, desborde y también su capacidad ofensiva con 16 goles entre todas las competiciones. Balón de Oro, sin embargo, no iba a rendir como se esperaba.
Considerado uno de los mejores delanteros de la época, lo cierto es que su etapa en el fútbol español no fue especialmente fructífera. Su paso por las filas blancas fue fugaz, de una sola temporada, y su rendimiento fue inferior a lo ofrecido años atrás en Inglaterra. El oro de su premio como mejor jugador del mundo nunca brilló en la Casa Blanca, y su cuerpo le terminó pasando factura a lo largo de su carrera.
Pero el pasado 28 de marzo, Owen resurgió a la primera tapa de las noticias por un desafortunado momento: Una mujer de 25 años falleció el 28 de marzo en los Manor House Stables que regenta el exfutbolista inglés después de desplomarse y de que los servicios de emergencia no llegaran a tiempo para lograr su reanimación. Jessica Whalley, empleada y exreina de belleza, era una de las encargadas de transporte en uno de sus negocios más queridos.
Después de retirado, Owen quedó pegado a una pasión: las carreras de caballos. Hace siete años Owen creó su propio campo —Manor House Stables— y suele frecuentar algunas carreras, a veces como espectador, otras con sus caballos corriendo. Lo cierto es que de esta dura tragedia no se olvidará jamás, como a veces nosotros olvidamos de su paso por el Madrid.
13/12/2024
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