Bajo la tenue lluvia de Madrid, un homenaje en el Bernabéu que no podía faltar

Un partido de la magnitud del derbi madrileño era el escenario perfecto para rendirle homenaje a una leyenda como Amancio Amaro, fallecido el pasado martes a los 83 años de edad. Desde su pérdida, Real Madrid no había tenido la oportunidad de rendirle homenaje en su propia casa hasta el día de hoy.

El Santiago Bernabéu se vistió de gala para despedir al Brujo. Todos los trofeos que ganó vestido de blanco se hicieron presentes en el estadio y brillaron en una tarde madrileña fría y lluviosa. Con el agua como protagonista, Carlo Ancelotti se mordía los labios para no romper en llanto mientras la música se adueñaba de los oídos de todos los presentes.

Una gran camiseta con el dorsal número 7 en el centro del campo presidió el acto. Las banderas y pancartas también se llevaron el protagonismo en una jornada donde el fútbol pasó a un segundo plano, por lo menos desde lo deportivo ya que el primer tiempo entre Real Madrid y Atlético no ofreció muchas emociones.

Respeto y melancolía

Unos segundos cargados de sentimiento de respeto y melancolía tras el prematuro adiós del presidente de honor del club. Una escena muy similar a la vivida en Anfield, el mismo día de su muerte, donde Liverpool fue partícipe, antes de la histórica goleada por 5-2, de uno de los minutos de silencio más impactantes que se recuerdan en los últimos tiempos.